Uno puede entender que, en estos tiempos, los partidos políticos no precisen demasiado sus programas electorales. Todos sospechamos que quien gane las próximas elecciones del 20-N, previsiblemente el Partido Popular, va a acometer una drástica reducción de los costes de la Administración General del Estado y de sus Autonomías. La cuestión es saber el cómo. Seguramente, dicha reducción se hará esencialmente a costa de los ciudadanos a través de una reducción, todavía más, de nuestro, ya de por sí nimio, estado del bienestar (¡cómo se ha abusado de este término!) y, al mismo tiempo, se pretenderá que lo que quede del mismo requerirá mayores ingresos para sostenerlo. Esto, sin duda, conllevará un aumento de las cargas que soportamos los ciudadanos (subida del IVA, de tasas de todo tipo, copago de servicios públicos, etc.) combinado con un escenario de contención de los salarios; en definitiva, todo esto supondrá un empobrecimiento general. Se podría argumentar que, para empezar, lo que disfrutábamos antes de la crisis no correspondía, y estaría de acuerdo. Pero, entonces, ¿por qué los políticos de todos los colores (nuestros gestores), permitieron tal despilfarro? ¿por qué debemos conformarnos con que sean los mismos, parte de la misma casta, los que nos van a sacar del atolladero?. Me gustaría que alguien, de una vez, incluya en su programa medidas concretas sobre:
- la exigencia de resultados y rendición de cuentas de nuestros políticos
- la inhabilitación de por vida de los corruptos
- la eliminación de sus privilegios
- la eliminación, previa a los recortes que afectan a todos los ciudadanos, de los gastos suntuarios y de representación del Estado y sus Autonomías y Ayuntamientos
En fin, permaneceremos vigilantes.
The sooner ... the better
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