Viajes I

Viaje a Istanbul I (verano 2011)

Este verano teníamos planeado un viaje de tres semanas por Turquía pero, finalmente, por diversos motivos, tuvimos que conformarnos con 10 días en su ciudad más emblemática. Se trata de una ciudad muy europea, aunuqe con un toque islamizante. Verdaderamente, me esperaba una presencia mucho mayor del Islam, teniendo en cuenta que desde hace unos años gobierna allí un partido de corte islamista. Es verdad que, en determinados momentos, el peso del Islam se deja sentir pero, por lo demás, se trata de una ciudad muy abierta, una auténtica megalópolis moderna (17 M. de habitantes).  Por otra parte, la verdad es que el viajero acaba ciñéndose esencialmente a la vieja Istanbul (Sultanahmet, Beyoglu) y, a lo sumo, a los barrios de negocios más modernos (Besitkas, Ortakoy). El resto es como en cualquier otra ciudad de ese tamaño, barrios residenciales (más o menos ricos o pobres) sin mayor personalidad.

Por supuesto, lo primero que llama la atención es la confluencia entre el Bósforo y el Cuerno de Oro. Es quizá lo más llamativo. En ese pequeño espacio confluyen en las dos riberas las visiones entrecruzadas del Palacio Topkapi, la Mezquita Azul a lo lejos, Santa Sofía, la Mezquita Nueva, la Mezquita del Sultan, etc., y la Torre Gálata dominando toda la vista. Es impresionante y creo que no existe nada parecido en ningún otro sitio. Es absolutamente recomendable hacer el camino a pié entre Beyoglu y Sultanahmet a través del puente Gálata tantas veces como uno quiera.








Viaje a Istanbul II (verano 2011)

Caminar, caminar, caminar, es quizá el mejor consejo que se le puede dar al viajero. Y de repente la sorpresa. Todo el mundo se echa al suelo en plena calle al sonido estruendoso de los altavoces. Es la hora de la oración.  Y uno no sabe que hacer, si tirarse también o insitir en su laicismo proclamando que las calles son para otra cosa.


Ataturk, el padre de la patria moderna es omnipresente. Es un extraño país Turquía en lo que se refiere a sus sistema político. Creo que es es el único país que yo conozco, aparte de las democracias asentadas, donde el ejército es una garantía democrática y un freno al yihadismo rampante. Y eso es algo que los turcos deben agradecerle a Ataturk, a pesar de que le tengan contemplando un basurero al pié del Palacio Topkapi.


Aghata Christie pasó grandes temporadas en el Pera Palace Hotel pergeñando sus novelas. Uno puede pasar la noche en la que fue su habitación. Nuestro apartamento estaba al lado y un día fuimos a desayunar al hotel que, por cierto, tiene una excelente Patissèrie en la que se puede comprar su famosa tarta de melocotón.


La población de Anadolu Kavaji recibe al viajero con unos magníficos soportales sobre el agua, además de unas grandes vistas, una vez subidas las rampas hacia el antiguo castillo de los cruzados, tanto hacia el Bósforo como hacia el el Mar Negro.









No hay comentarios:

Contenidos